A través de un resumen para la prensa, la Food and Agriculture Organization (FAO, órgano de Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) ha comunicado que sus estimaciones apuntan que el cambio climático impactará fuertemente en la agricultura, la silvicultura y la pesca en los territorios insulares del Océano Pacífico, conduciendo a una mayor inseguridad alimentaria e incluso al aumento de la malnutrición entre la población.
De acuerdo con las previsiones del organismo, puntualizadas en el informe de política de la FAO sobre el Cambio Climático y Seguridad Alimentaria en el Pacífico preparado para Copenhague, las islas del Pacífico tendrán que enfrentarse al aumento del nivel del mar, el calentamiento y la acidificación de los océanos, el cambio de los patrones de lluvia y la alteración de los patrones de circulación atmosférica.
Muchos de estos impactos podrían dar lugar a efectos acumulativos y perjudiciales para la agricultura, como la erosión del suelo, la salinización y el agotamiento de los nutrientes.
Así, las islas con una producción agrícola de monocultivo tendrá que evaluar su potencial de seguridad alimentaria, pues los sistemas agrícolas diversificados lo tendrán mejor en todos los escenarios de cambio climático.
El impacto en los bosques no será menor, y sus implicaciones serán igualmente económicas y alimentarias.
Son los bosques los que proveen a las sociedades de las islas del Pacífico importantes productos de exportación y de consumo local, como el mango, los cítricos y los cocos.
La sobreexplotación de estos bosques, así como la destrucción de otros -tal es el caso de los manglares- permite el aumento de la erosión.
El impacto en la sostenibilidad de la industria pesquera, de cuyos ingresos dependen en gran medida los países insulares, será también importante.
Dicho impacto tendrá implicaciones incluso sociales, pues estos países dependen del mar también para su alimentación.
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