Bajo la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), la Unión Europea debe mantener o restablecer las poblaciones de las especies capturadas a niveles que puedan producir el máximo rendimiento sostenible.
Sin embargo, el biólogo Rainer Froese y el experto en derecho público Alexander Proelß, analizaron datos sobre todas las principales poblaciones de peces del Atlántico Nordeste y encontraron que, en los niveles actuales de pesca, 91% no cumplirán con esa meta para 2015.
En otras palabras, incluso si la pesca se interrumpiera hoy, 22% de las existencias de peces son tan reducidas que no podrían recuperarse para 2015.
Para su análisis, publicado en la revista Fish and Fisheries y citado por Nature, Froese, del Instituto Leibniz de Ciencias Marinas, y Proelß, del Instituto Walther Schücking de Derecho Internacional, tomaron los datos de 54 poblaciones de peces.
Para determinar la situación actual, utilizaron la proporción de biomasa de la población real a la biomasa capaz de producir el rendimiento máximo sostenible.
La gran mayoría de las poblaciones tuvo una proporción inferior a uno, lo que indica que estaban por debajo del nivel exigido por la Convención.
Los autores también determinaron el grado en que las poblaciones se están gestionados de forma sostenible mediante el cálculo de la proporción de la mortalidad por pesca de una población específica a la mortalidad por pesca que permitiría a la población estabilizarse en torno a una biomasa dando el máximo rendimiento sostenible.
Una relación de uno indicaría que las poblaciones están siendo pescada de forma sostenible, pero los autores encontraron que sólo en 6 de las 54 poblaciones se cumple este criterio.
Froese, dice que el análisis de las poblaciones de peces a través del tiempo muestra poco cambio en esta tendencia desde que la Convención de las Naciones Unidas se firmó a finales de 1990 e incluso desde que, durante la conferencia de 2002 en Johannesburgo, se estableció el plazo de 2015 para la recuperación de las poblaciones de peces.
Aunque la meta de 2015 es una obligación legal, las sanciones por no cumplir con este objetivo son pocas.
Vía
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