Un estudio elaborado por investigadores del Instituto Nelson, Centro para la Sostenibilidad y el Medio Ambiente Global, señala que la tala de bosque tropical en el Amazonas brasileño puede estimular la incidencia de la malaria en casi 50%.
De acuerdo con Sarah Olson, directora del estudio, la deforestación es uno de los factores ecológicos iniciales que pueden disparar una epidemia de malaria.
Este incremento se produce debido a que la tala de los árboles del bosque crea las condiciones que son favorables para la reproducción y supervivencia del mosquito Anopheles darlingi, el principal portador de la malaria en el Amazonas: más espacios abiertos con pozos de agua parcialmente iluminados por la luz del sol.
El estudio, que ha sido publicado esta semana en la edición en línea de la revista Emerging Infectious Diseases, ha examinado las tasas de malaria en 54 distritos sanitarios de Brasil cercanos a la frontera con Perú, así como imágenes satelitales de alta definición que muestran la extensión de la deforestación el bosque.
Citada por AFP, Olson señala que un cambio de 4% en la cubierta del bosque fue asociada con un incremento de 48% en la incidencia de malaria en los distritos estudiados.
No es el único estudio que vincula el incremento de esta enfermedad con los problemas medioambientales.
A finales de 2009, un informe del Centro para la Salud de la Universidad de Harvard, en conjunto con Global Environment y la Asociación Médica Americana, señalaba que la malaria, entre otras enfermedades, podrían incrementar su incidencia en la población como consecuencia del calentamiento global.
Vía
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