El mundo pobre es paupérrimo en agua, pero esto no sólo es culpa del cielo.
Señalando directamente con el dedo a los responsables de gestionarla, ambientalistas estadounidenses consideran que de haberse tenido en cuenta las previsiones climáticas, la situación no sería tan grave.
Planear el abastecimiento del agua con cabeza es clave para evitar desgracias como miles de muertes, falta de suministro durante las sequías, restricción de energía procedente de presas hidroeléctricas, etc.
Así opinan ingenieros ambientales de la Universidad de Massachusetts Amherst, y lo hacen para mostrar su descontento hacia los gestores de los recursos hídricos en los países en desarrollo.
“Los científicos del clima pueden predecir las tendencias climáticas con meses, incluso con años de anticipación, pero esta información vital a menudo no es vista por los profesionales que gestionan el abastecimiento de agua en los países en desarrollo“, lamenta Casey M.
Brown, profesora asistente de ingeniería ambiental en esta universidad.
Las consecuencias de esta falta de previsión son, además de las mencionadas, otras no menos graves, como “la pérdida de cultivos, riegos insuficientes, inundaciones o la incapacidad para manejar las variaciones en los patrones climáticos, algo que puede paralizar las regiones o países enteros”, dice Brown.
Pero desde la rica USA no sólo critican: Brown ha preparado un manual que intenta cubrir esta laguna.
Se trata de una guía que tiende puentes entre los datos climáticos y los tomadores de decisiones clave en relación al agua en los países menos desarrollados, ofreciendo explicaciones sencillas sobre cómo obtener esos datos de cara a planificaciones políticas relativas al líquido elemento (decisiones sobre suministros, cultivos, construcción de represas, etc.
).
El manual y su apoyo a la investigación lo ha publicado este mes de mayo el Instituto Internacional de Investigación del Clima y la Sociedad, que forma parte del Earth Institute de la Universidad de Columbia.
Las palabras de Brown tienen mucha lógica:Nuestra investigación muestra que la variabilidad del clima es un factor muy importante y es un impedimento para el desarrollo económico en el mundo en desarrollo.
Es bien sabido que los científicos pueden acceder a una información sobre el clima que sirva para marcar diferencias en la previsión de catástrofes y perdidas de vidas humanas.
La cuestión es cómo conseguir que los nuevos datos en manos de personas que pueden utilizarlo.
Es lo que pretende este manual.
(Traducción libre).
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