Combinando papel con semillas de plantas obtenemos un material con el que hacer objetos muy especiales, con un uso final simbólico: enterrarlos en una maceta y convertirse en flores o plantas de nuevo.
Podemos reciclar el papel en casa de esta manera tan sencilla mientras añadimos el toque de vida de las plantas en nuestro entorno.
La materia prima parece sencilla.
Papel con semillas mezcladas con la fibra durante su fabricación.
Las combinaciones son muchas, pueden usarse semillas mayores, que le darán un aspecto estucado al papel, o semillas más pequeñas, que aparecerán como pintas oscuras.
También podemos usar diferentes texturas de fibra y diferentes colores.
Para haceros una idea podéis visitar la web de Porridge Papers, un fabricante en USA que ofrece una amplia gama de este tipo de papeles, tienen incluso un muestrario virtual de lo más inspirador.
Tienen incluso un blog donde cuentan sobre su día a día.
¿Qué hacer con tan mágico material? Sigue leyendo para ver algunos ejemplos y en una galería de poéticas imágenes e útiles objetos.
Los sellos de temática y utilidad botánica.
La compañía postal neerlandesa TNT Post hizo una edición de sellos que no sólo representaban flores, si no que además llevaban sus semillas en el interior.
¿Se te ocurre alguna forma mejor de enviar buenas noticias? No te pierdas el detalle de las instrucciones gráficas en el margen del sello.
Hasta ahora estábamos acostumbrados a los sellos con la imagen de algún que otro capullo, esta es una nueva dimensión del mismo concepto.
La tarjeta de visita más original.
El diseñador Jaime Wieck andaba en busca de cómo hacer una tarjeta de visita que haga que la persona que la reciba la quiera tener a la vista, y no en la papelera o escondida en un cajón como suele suceder.
La solución fue hacer que tras regarla la tarjeta diera unos fantásticos brotes de alfalfa.
Aunque existe el riesgo que el receptor se piense que le estás llamando burro, me parece una idea genial.
Mucho más en la galería de imágenes, recuerdo que una vez compré una camiseta de algodón orgánico que tenía un etiquetado 100% sostenible: cordón de lana y papel con semillas.
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