Un nuevo tipo de lámpara de plasma, con mayor eficiencia que las tecnologías actuales, ha sido desarrollado por la empresa californiana Luxim.
Este desarrollo puede ser una importante fuente de ahorro energético, de negavatios, si su uso se demuestra viable.
La eficiencia de una lámpara se mide en unidad de flujo luminoso (lumen) que suministra por unidad de potencia consumida (vatio).
La nueva Luxim plasma proporciona 140 lumen por vatio, mientras que las bombillas incandescentes sólo dan 15, los LEDs 70 y las más eficientes lámparas fluorescentes compactas (como las que el gobierno español va a repartir entre sus ciudadanos para fomentar el ahorro energético) dan 80.
Usando lámparas más eficientes para alumbrar necesitamos menos energía: negavatios por un tubo.
Además este nuevo sistema tiene una larga vida operativa (20.
000 horas contra 1.
000 de una bombilla normal) y presenta la ventaja de tener una temperatura de color muy alta.
Es decir: el color de la luz que genera es muy parecido al de la luz natural, no como los fluorescentes o las lámparas de descarga, que dan unos colores un poco antinaturales.
Un ejemplo claro y extremo es el de las lámparas de vapor de sodio de las farolas, con las que lo vemos todo de color naranja porque ese es el color predominante de la luz que emiten.
¿Cómo funciona? Bueno, mejor seguid leyendo para ver un pequeño vídeo y algunas explicaciones de magia potagia.
El principio de funcionamiento es el siguiente: el contenido de la capsulita se somete a un intenso campo electromagnético generado por un amplificador estático y conducido por un núcleo magnético.
Esto provoca que se forme un plasma que emite otra radiación electromagnética muy útil, que es la luz visible.
A diferencia del caso de las antenas de telefonía móvil, que hemos tratado, no parece haber riesgos para la salud, porque estamos hablando de campos muy puntuales.
En otras palabras, es como si dentro de la cápsula se creara un Sol en miniatura.
Vía
