¿Que un pez tan pequeño podría salvarnos la vida? Parece imposible.
Efectivamente, sería milagroso, pero posible, que un pezqueñín como éste lograra sanar nuestros dañados corazones.
Según los científicos, el bichín en cuestión, un pescadito llamado pez cebra, puede reparar el 20 por ciento de su corazón en tan sólo una semana.
No, no es ciencia ficción, tachemos el adjetivo y quedémonos con lo que, de acuerdo con un nuevo estudio, puede hacer este animalito por el músculo y órgano más imprescindible para la vida.
Aunque parezca increíble, dichos peces consiguen que vuelva a crecer el tejido cardíaco y, entre otras cosas, su aprovechamiento para la ciencia supondría el fin de los trasplantes de corazón.
Muy optimista, The Independent relata que este pez tropical que vive en el río Ganges, el más sagrado de los ríos para los hindúes, podría ayudar a curar las enfermedades cardíacas y acabar para siempre con la necesidad de una cirugía de trasplante de corazón.
Aunque la estructura del corazón del pez cebra es distinto del humano, según los científicos hay suficientes similitudes como para conseguir este avance.
“Hay que encontrar la explicación biológica y adaptarlo a los seres humanos“, explica el profesor Peter Wissberg, director de la Fundación Británica del Corazón.
Por lo pronto, los científicos ya han descubierto una molécula clave central en los corazones del pez cebra que contiene una proteína llamada beta-thymosine 4, la que estimula el crecimiento de la membrana epicardio que rodea el corazón.
A partir de ello, ahora se espera encontrar la manera de traducir esto a los seres humanos.
El hallazgo ha puesto las pilas a los investigadores que trabajan con la Fundación Británica del Corazón con la esperanza de encontrar nuevos tratamientos que, algún día permitiesen que el corazón humano se curase a sí mismo también.
Impresionantes, auténtica música celestial, las palabras del profesor Wissberg:“Que el corazón se autorepare es un objetivo alcanzable y podríamos recuperarnos de un ataque al corazón tan sencillamente como de una pierna rota“.
Eso sí, aún en el mejor de los casos, esta tecnología no evitaría la aparición de enfermedades del corazón, pero ofrece la esperanza de, con el tiempo, conseguir una recuperación completa.
¡Ahí es nada!Vía