Cada época del año ofrece diferentes frutas y verduras.
Hoy en día, sin embargo, con invernaderos, cámaras frigoríficas y técnicas de agricultura intensiva, podemos comprar alimentos fuera de su temporada natural, pero los productos consumidos en su tiempo son más nutritivos y menos perjudiciales para el medio ambiente.
Si frecuentáis la sección de verdulería de las grandes superficies, habréis notado que todo el año encontráis los mismos pimientos de aspecto cerúleo, los tomates de textura plástica, lechugas iceberg apelmazadas…alimentos insípedos en los que queda poco parecido al vegetal tradicional y con un contenido en nutrientes inferior.
Producidos en invernaderos con sobreuso de pesticidas y fertilizantes – porque hacer crecer plantas fuera de su ciclo natural requiere grandes dosis de química – transportados y almacendos en cámaras frigoríficas, estos nuevos vegetales todo-tiempo necesitan mucha más energía, agua y contaminación para llegar hasta nosotros.
Para una dieta con menor impacto ambiental no es necesario ser vegetariano o visitar chefs estrella, basta con algunas ideas y sentido común.
La alternativa es comprar y comer la verdura y fruta del tiempo.
Date una vuelta el sábado por el mercado del barrio y pregunta qué productos son frescos.
Y si son locales, mejor.
Puedes también guiarte por calendarios, como el de este link, este de verduras, o este otro de frutas.
Más sana, gustosa y con menos intensidad química y energética, la verdura y fruta de temporada es el secreto de la dieta mediterránea y más respetuosa con el medioambiente.
Además, eso de comer todo el año lo mismo se acaba, porque cada tiempo ofrece diferentes alimentos y por tanto cocinaremos diferentes platos.
Fotografía
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