Algo parecido a una plataforma petrolífera, pero con mejores intenciones.
Eso es lo que podrá verse desde la costa Pacífico de Costa Rica en los próximos días, cuando un equipo de 30 científicos se instalen en un barco de 140 metros, para excavar un hoyo de dos kilómetros de profundidad en el suelo marino.
No llegarán al manto terrestre -la capa de la Tierra que se encuentra directamente debajo de la corteza- pero probablemente será el acercamiento más atrevido que se haya logrado hasta ahora.
El objetivo de esta expedición es extraer rocas desde tal profundidad, en busca de respuestas sobre el cambio climático.
Además, un examen de las rocas de la corteza y tan cerca del manto podría arrojar luz sobre cómo las placas tectónicas se formaron y cómo se mueven.
Los científicos también especulan que las rocas podrían tener un papel en la captura de CO2.
Los océanos atrapan gases de efecto invernadero, por lo que podrían contribuir con los modelos que tratan de predecir cómo se verán alterados los patrones climáticos.
La ubicación no ha sido escogida al azar.
Se cree que parte de la corteza terrestre es más delgada en el punto seleccionado.
La excavación comenzó en 2002 y llegar hasta el manto podría tardar una década.
La expedición está encabezada por Damon Teagle, de la Universidad de Southampton, en el Reino Unido, y Benoit Ildefonse, de la Universidad de Montpellier.
De acuerdo con el site Toda Noticia, detrás de esta empresa hay un consorcio de 24 países (Ecord).
La excavación se hará desde la cubierta del barco japonés Chikyu, de 210 metros de eslora, capaz de transportar tuberías de perforación de 10 kilómetros.
La embarcación posee un sistema para permanecer inmóvil en el hoyo vertical de 6 centímetros de diámetro mediante la combinación de motores inteligentes.
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