Una amenaza nos acerca a los corales cuerno de alce del Mar Caribe: el Serratia marcescens, un patógeno oportunista, resistente a muchos antibióticos, que predomina en condiciones húmedas como las de las alcantarillas por las que circulan nuestras aguas residuales.
Puede ser peligroso para el ser humano, pues provoca infección en varios órganos.
Y ahora sabemos que es también peligroso para los corales.
Mientras en los humanos este bacilo puede provocar conjuntivitis, infecciones en heridas, riñones y vías urinarias, en los corales cuerno de alce causa una infección que mata su tejido, dejando sólo el esqueleto y unas cicatrices blancas.
Debido a estas cicatrices, James Porter y sus colegas de la Universidad de Georgia, en Estados Unidos, han denominado a esta enfermedad la “viruela blanca” de los corales.
Porter y sus colegas han encontrado el vínculo entre la bacteria y la muerte de esta especie de coral, infectando fragmentos de coral con la bacteria proveniente de las aguas residuales.
Así, comprobaron que, por primera vez, una enfermedad humana está matando a un invertebrado.
Además, Porter y su equipo aislaron la bacteria a partir de un caracol que come corales y otras especies de coral, usándola para infectar coral cuerno de alce, mostrando que estos otros organismos pueden desempeñar un papel en la propagación de la enfermedad.
Citado por Live Science, Porter comparó la pérdida de coral cuerno de alce a la pérdida de árboles en un bosque tropical, ya que los corales crecen de una forma ramificada similar a la de un árbol y proveen de refugio a peces y otras criaturas.
En un trabajo anterior, Porter y su colega Kathryn Patterson Sutherland, del Rollins College en Florida, identificaron al Serratia marcescens como la causa de la viruela blanca y señalaron que son las aguas residuales, y no la vida silvestre, la fuente de la infección.
Vía
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