Qué se puede reciclar no es una materia nueva para los españoles.
La recogida selectiva de residuos está ampliamente extendida en el país.
Los contenedores diferenciados para papel, vidrio y plástico y otros, son parte común del paisaje urbano.
Sin embargo, seguro que todavía no sabemos todo lo que hay que saber sobre los residuos reciclables y el ciclo de reciclaje en general.
Reciclaje de papel y cartón: ambos materiales están fabricados a su vez con celulosa que se obtiene a partir de la madera.
Los residuos de papel y cartón deben ir en el contenedor azul.
Sin embargo, aproximadamente 15% del papel que utilizamos no es reciclable, ya que se trata de productos que guardamos (como los libros o las revistas), o cuyo uso anterior los hace no aptos para el reciclaje (como el papel higiénico el papel de liar tabaco).
Reciclaje del plástico: los plásticos más comunes están fabricados a partir de petróleo, gas natural, carbón y sal común.
Hay varios tipos de plástico y una de sus clasificaciones depende del tipo de polímero del que está fabricado.
Cada polímero es identificado con un número incluido en el centro de un triángulo cuyas líneas son flechas continuas.
Los artículos de plástico que han completado su vida útil van al contenedor amarillo.
En España existen más de 150 recicladores de plásticos, la mayoría de los cuales se dedican al reciclado del plástico industrial.
Reciclaje del aluminio: los envases de aluminio (latas de bebidas, de alimentos, papel de aluminio, los envoltorios de medicamentos y los tetra brik (formados por papel, polímero y aluminio), deben depositarse en el contenedor amarillo.
Cuando llegan a las platas de tratamiento de envases, los residuos de aluminio son separados de los otros materiales.
Producir aluminio a partir de residuos ahorra 95% de la energía si se compara con la producción a partir del mineral.
Reciclaje de vidrio: en el contenedor verde deben depositarse botellas de zumos, refrescos, mostos, sidras, vinos, licores, frascos de conservas y de perfumes.
No deben depositarse los tapones de estos envases, ni envases de medicamentos, ni cristalería, vajilla, jarrones o ventanas.
Tampoco cerámicas o porcelanas, pues se funden a temperaturas distintas a las del vidrio y el producto resultante es muy frágil y debe ser desechado.
Aunque menos comunes entre los residuos diarios producidos en un hogar, los artículos de acero, neumáticos, teléfonos móviles y equipos electrónicos también son reciclables.
En muchas ciudades existen centros de recepción de estos materiales para su reciclaje.
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