Tras la hecatombe que supondría un deshielo para el oso polar, quizás no todo estuviera perdido.
Según Nikita Ovsianikov, científica de la Academia Rusa de Ciencias, los osos polares podrían adaptarse: “La especie ya ha sobrevivido a cuatro períodos de calentamiento por lo menos desde la Edad de Hielo.
Biológicamente, pueden sobrevivir”, sentencia la experta.
Noticias como ésta descolocan al más pintao.
¿En qué quedamos, cuando los científicos anuncian que la población de osos polares está en alarmante declive, que están migrando en busca de nuevos hábitats y que, en resumen, sin hielo no hay oso que valga? Todas estas señales de alarma parecen incompatibles con la tesis de la rusa, quien no duda en afirmar que los osos polares se están adaptando a los “efectos desastrosos” del calentamiento global.
Las migraciones por el derretimiento acelerado del hielo son interpretadas por Ovsianikov como un obligado acercamiento a zonas más habitadas, donde acuden en busca de alimento, pero también se convierten en víctimas más fáciles para los cazadores furtivos.
Así, todos estos cambios, incluidos los morfológicos, podrían ser parte de la nueva adaptación, y no una señal de su irremediable extinción.
En palabras de esta investigadora: Estamos presenciando quizás la repetición de un modelo que les permitió sobrevivir a periodos anteriores del calentamiento.
El cambio del mar, cambios en los alimentos, pero aparecen recursos alternativos.
Algunos grupos pueden, naturalmente, desaparecen por completo, y otros se reducirá drásticamente, pero otros sobreviven.
Todo ello a pesar de que varios meses al año, todos los sitios óptimos en términos de alimentos para los osos polares se han convertido prácticamente en aguas abiertas, donde no pueden vivir.
Ellos terminan en las playas alrededor de las áreas pobladas donde mueren la mayoría de las veces.
(Traducción libre) Ovsianikov ha pasado dos décadas de su vida profesional estudiando a los osos polares, y ha realizado impresionantes grabaciones, como la del rescate de un oso polar que cayó en el agua tras rompérse una fina capa de hielo.
O de otro de estos enormes animales atacados por unos perros cuando se acercaba a un poblado en busca de alimento.
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