Investigadores del Riken Brain Science Institute de Japón han descubierto evidencias de que los jugadores profesionales de shogi, un juego de tablero similar al ajedrez, usan o activan dos partes de su cerebro -que maximizan la intuición, el logro de metas y el reconocimiento de patrones- que son menos activas en los jugadores aficionados.
Como explica Roger Hare, shogi es la forma japonesa del juego que conocemos de este lado del mundo como ajedrez o ajedrez internacional.
Tienen en común que se juega entre dos jugadores y que el objeto es dar jaque mate al rey oponente.
Pero se diferencian en que hay varias formas de shogi, siendo la más común la versión de un tablero 9×9, las piezas capturadas pueden volver al juego y la captura de la mayoría de las piezas pueden ser promovidas en determinadas circunstancias.
Para identificar esta actividad, los científicos utilizaron imágenes de resonancia magnética para comparar la actividad cerebral que se produce ante diferentes patrones de tablero entre los jugadores aficionados y profesionales, cuando se les pregunta sobre su siguiente movimiento.
Los resultados revelaron que ciertas regiones se encienden en el cerebro de los profesionales mientras que no lo hacen en el cerebro de los amateurs.
Además, cuando los jugadores profesionales son presionados para hacer rápidamente un movimiento, la actividad aumenta en otra región de su cerebro llamada núcleo caudado, en la que se origina el comportamiento dirigido a un objetivo.
Esta activación no se produce en los aficionados.
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