En el Reino Unido la gallina está ganando adeptos como una nueva y peculiar mascota anti crisis.
Bueno, para ser más precisos, como a cualquier otro animal que entre en casa se le tomará más o menos cariño, pero fundamentalmente se la elige por los huevos frescos que proporciona.
Los hogares británicos no habían metido a tantas gallinas en casa desde la Segunda Guerra Mundial, informan distintos proveedores de este animal, cuyas ventas se han disparado.
Tener huevos frescos y bien baratitos explica este furor, que ya ha contagiado a alrededor de 700.
000 familias en el país.
Ello supone un aumento del 80 por ciento en los últimos tres años.
El fantasma de la crisis ha hecho recordar a los británicos aquellas épocas de posguerra, en las que los huevos estaban racionados.
Quizás por ello, además del dinerito que ahorra, tener en casa una fuente propia de huevos es percibido como una protección en estos tiempos difíciles.
“Parece que estamos viendo un retorno de 50 años, cuando era bastante habitual mantener unas cuantas gallinas en el jardín o en el patio trasero”, dice Brian Mott, gerente de la tienda de alimentos para mascotas Nature’s Grub.
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