No es por malmeter, pero los de BP están solucionando fatal la fuga del Golfo de México.
Si ya fue impresionante la metedura de pata del derrame de petróleo, la reacción de sus mandamases y sus métodos de limpieza también ha dejado mucho que desear.
Ahora, se les acusa de utilizar dispersantes químicos prohibidos, cuyos efectos tóxicos sobre el medio ambiente todavía no se conocen.
El Congreso de los EE.
UU.
investiga si BP ha utilizado estos peligrosos productos para limpiar la zona.
Eso sí, habría sido con consentimiento de la Guardia Costera, permitiendo 74 excepciones a la petrolera sobre la directiva que recientemente aprobó la Agencia de Protección Ambiental (EPA) para limitar el uso de estos productos en el Golfo de México.
Una comisión parlamentaria ha sido la que ha dado la voz de alarma sobre un posible uso fraudulento de los dispersantes.
Según los datos presentados a la misma, hay cosas que no encajan.
Por ejemplo, la comisión sospecha que, además, se han utilizado cantidades superiores a las permitidas.
Igualmente, se sospecha que los dispersantes utilizados podrían estar prohibidos las leyes medioambientales estadounidenses, tal y como consta en la carta enviada a BP por el presidente de la comisión, Ed Markey.
Para llegar a conclusiones, Markey solicita a la petrolera más información sobre el uso de dispersantes para poder evaluar el impacto ecológico.
“El uso de estos dispersantes en aguas del golfo había conformado un “estofado tóxico de productos químicos, petróleo y gas cuyo impacto aún no ha sido del todo evaluado“, dice la misiva.
Por su parte, la EPA informó este domingo en un comunicado sobre la posibilidad de que BP pudiera haber quebrantado las leyes medioambientales.
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