Hongos.
Esa es la más reciente innovación en el campo de los materiales de construcción ecológicos.
Philip Ross, inventor y artista, se ha adentrado en el campo de la micología, la ciencia que estudia los hongos.
Específicamente con el micelios, la masa que constituye el cuerpo del hongo.
Lo ha cosechado, secado y manipulado hasta crear con él bloques que, cito a Inhabitat, pueden ser más fuertes que el concreto.
Así, Ross ha sentado las bases del proyecto Mycotecture, o arquitectura con hongos, desde su laboratorio en la ciudad de San Francisco, Estados Unidos.
Para Mycotecture Ross trabajó con una granja que cultiva hongos exóticos como el reishi y el hongo ostra, los cuales desarrollan un micelios muy denso.
Escogió el Ganoderma lucidum, cuyo micelio cultivó dándole forma de ladrillo.
Los ladrillos obtenidos fueron apilados en forma de arco.
Resultaron sorprendentemente fuertes.
Fue el primer paso de un proyecto más ambicioso que el autor describe de esta manera: Mycotectural Alfa es una estructura de ensayo que es parte de un proyecto más grande en el que será cultivado un edificio completo de material fúngico.
Mi objetivo es crear un espacio que pueda albergar 12-20 personas a la vez.
En los próximos años seguiré experimentos para determinar las cualidades materiales del hongo, así como encontrar la manera de propagar formas más complejas.
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