Escocia tiene la única población residente -se alimentan principalmente de peces, suelen ser costeras y viven en grupos familiares- de ballenas orca de las aguas de Gran Bretaña, una población que se cree consiste en apenas nueve ejemplares y en la que, en las últimas dos décadas, no ha nacido ninguna cría.
Científicos y conservacionistas temen por su futuro.
Se cree que el status de conservación del grupo es crítico debido a la falta de constatación de algún nacimiento desde que el grupo comenzó a ser investigado, hace veinte años, a diferencia del crecimiento que ha experimentado la población de orcas de la costa Pacífico de Estados Unidos.
Al grupo de Escocia le conoce como la comunidad de la costa oeste, pero en los dos últimos meses se ha visto a individuos en las costas de Irlanda, es decir, al Este de las islas británicas.
Se sabe que se trata de individuos de esta población por que en los últimos años la Hebridean Whale and Dolphin Trust (HWDT) y Andy Foote, estudiante de doctorado de la Universidad de Aberdeen, han estado estudiándola y a cada animal del grupo se le ha hecho una marca en sus aletas dorsales usando una técnica llamada foto-identificación.
Los estudios de identificación fotográfica -photo ID- también han revelado que de los nueve individuos, cuatro son machos y cinco hembras.
Maxwell MacLeod, presidente del HWDT, ha calificado como alarmante que no hayan sido vistos individuos jóvenes en mucho tiempo y que se conozca tan poco acerca del papel que estos animales desempeñan en el ecosistema marino de Gran Bretaña.
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