Según informa el periódico The Times de Sudáfrica, Ed Hern, dueño del Lion and Rhino Park en las afueras de Johannesburg, se plantea inyectar veneno en los cuernos de rinocerontes para protegerlos de la caza furtiva, práctica que está llevando a esta especie al borde de la extinción (en seis meses, este año, los furtivos cazaron 124 rinocerontes en Sudáfrica por los 122 de todo 2009).
Visto que todas las alternativas, por tecnológicas y avanzadas que sean, han fracasado a la hora de contener a los cazadores furtivos, hay que buscar nuevas: y la de inyectar veneno en los cuernos de los rinocerontes, como amenaza de muerte a los posibles cazadores furtivos e incluso a los consumidores, podría ser la próxima.
En Ecologiablog hemos hablado varias veces de la problemática que suscita la medicina china, que usa polvo de rinoceronte machacado como medicamento.
La última en cubrirse de gloria fue Elle MacPherson.
El método del envenenamiento, sin duda, no deja de ser bien radical.
Así de felizmente, sin embargo, lo explica Ed:Tenemos que tratar de envenenar los cuernos con algo como el cianuro de modo que, cuando alguien lo utilice como medicina, morirá.
He empezado a probar con un veterinario.
El cuerno está hecho de pelo, no hay flujo de sangre a través de él y hasta ahora no hemos visto ningún efecto.
Pero si alguien usa el cuerno como medicina se pondrá muy enfermo o morirá.
(Traducción libre)Sin duda esta noticia demuestra que personas como Hern están desesperados porque, a pesar de pagar guardias de seguridad privados con binoculares de visión nocturna para vigilar a sus rinocerontes, lo cierto es que no pueden competir con los cazadores furtivos.
El problema fundamental, pues, es la falta de medios e infraestructura para detenerlos.
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