Hace un tiempo os contamos que la compañía Disney tenía intenciones de hacer sus hoteles más ecológicos y que era una de las seis grandes compañías en Estados Unidos que dejarían de usar Bisfenol-A en sus biberones.
Pues Fred Pearce nos advierte hoy en The Guardian que, medidas ecológicas aparte, el problema con Disney es que su modelo de negocio no es nada ecológico.
Robert Iger, presidente de la compañía, declaró que el propósito de acciones como las que ha puesto en marcha este año -reducir el consumo de agua, la cantidad de desechos, hacer que los trenes de sus parques funcionen con biodiesel- es lograr que la marca sea más atractiva para el público.
He ahí el meollo del asunto: las actividades son más ecológicas, el modelo de negocio no.
Porque lo principal es que la compañía continúa atada a la promoción global de los viajes a sus hoteles y parques, una de las actividades de ocio más dañinas para en medio ambiente.
Pearce cita que de los 23 millones de personas que visitan el parque de Disney en Florida, Estados Unidos, cerca de cuatro millones no residen en Estados Unidos, es decir, viajan en avión.
Como ejemplo del impacto que este movimiento de gente puede tener, Pearce cita el caso de los cerca de 1,2 millones de británicos que visitan Florida cada año, la mayoría de los cuales van a Disney.
Según los cálculos de Climate Care, una persona que vuela de Londres a Orlando representa la emisión de 1,96 toneladas de dióxido de carbono.
Si esa cifra de multiplica por un millón, el resultado es un aproximado de 2 millones de toneladas de CO2 por los visitantes británicos y hasta ocho millones de toneladas por los europeos, más o menos el equivalente a las emisiones anuales de los 83 millones de personas de Etiopía, pero para llevar a personas a un parque de atracciones.
Detrás del lavado de rostro ecológico de Disney está Conservation International, descrita por Pearce como una de las organizaciones medioambientales más grandes y business-friendly, es decir, voluntariosa a la hora de trabajar la ecología con un enfoque de negocio.
¿Qué puede hacer Disney al respecto? Después de todo, es la gente la que quiere visitar sus parques.
¿Debería asumir alguna responsabilidad por la contaminación que estas visitas implican? ¿Qué opináis?Vía