Un equipo de científicos ha desarrollado la primera fibra óptica hecha con un núcleo de seleniuro de zinc, un compuesto de color amarillo claro que puede ser utilizado como semiconductor.
De acuerdo con sus creadores, esta nueva clase de fibra óptica permite una manipulación más eficaz y liberal de la luz.
El equipo de investigación, dirigido por John Badding, profesor de química en la Universidad Estatal de Pensilvania (PSU), publicará sus resultados en la revista Advanced Materials.
Para quienes no estamos versados en la química, esta tecnología no nos sugiere mayor beneficio.
Sin embargo, las fibras ópticas de seleniuro de zinc que el equipo de Badding ha desarrollado son capaces de transmitir las longitudes de onda más largas de la luz infrarroja, lo que podría ser útil en la detección de contaminantes y toxinas en el medio ambiente.
Además, esta nueva fibra óptica puede abrir nuevas vías de investigación en el campo de las técnicas de cirugía asistida por láser, como la cirugía correctiva del ojo.
Citado por Science Daily, Badding explicó que la tecnología de fibra óptica siempre ha estado limitada por el uso de un núcleo de vidrio, un material que tiene una disposición de los átomos muy desordenada.
En cambio, una sustancia cristalina como el seleniuro de de zinc es muy ordenada, lo que permite que la luz sea transportada a longitudes de onda mayores, especialmente aquellas en el infrarrojo medio.
A diferencia de vidrio de sílice, que tradicionalmente se utiliza en las fibras ópticas, el seleniuro de de zinc es un semiconductor compuesto.
Utilizando una técnica de deposición química de alta presión desarrollada por Justin Sparks, un estudiante de postgrado del Departamento de Química de la PSU, el equipo depositó núcleos de seleniuro de zinc en el interior de los capilares de vidrio de sílice, para formar la nueva clase de fibra óptica.
La deposición de alta presión es única como proceso químico para permitir la formación de núcleos de fibra de seleniuro de zinc tan largos y delgados en un espacio muy reducido.
Tras realizar este experimento, los científicos descubrieron que las fibras ópticas de seleniuro de zinc podrían ser útiles en dos sentidos.
En primer lugar, las nuevas fibras son más eficientes en convertir la luz de un color a otro.
En segundo lugar, la nueva clase de fibra proporciona más flexibilidad no sólo en el espectro visible tan sino también en el infrarrojo.
Vía
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