Pasar tiempo al aire libre puede calmar ansiedades y mejorar el aprendizaje, y todo gracias a unas bacterias que se encuentran en el medio ambiente, muy beneficiosas para nuestro organismo cuando se ingieren o inhalan.
Mens sana in corpore sano, dice el latinajo, y también lo afirma una investigación del Colegios Sage, en Troy, Nueva York, presentada en la 110a reunión general de la Sociedad Americana de Microbiología, celebrada en San Diego.
Así, de acuerdo con este estudio, jugar en el suelo (de un lugar no contaminado, se entiende), revolcarse en la arena y, en fin, disfrutar de la naturaleza a manos llenas es todo un puntazo para nuestra salud: no sólo apagamos nuestra ansiedad y depresión, sino que aumentamos nuestra capacidad de aprendizaje al comer o respirar este tipo de bacteria, llamada Mycobacterium vaccae.
¿Que cómo alimentarte con estas bacterias? No has de hacer nada, esta bacteria en cuestión se produce naturalmente en el suelo y con frecuencia se respira de forma natural cuando la gente pasa tiempo en la naturaleza.
Es decir, las respiras e ingieres simplemente estando cerca de ellas.
En palabras de tal Dorothy Matthews, una de las investigadoras: Dado que la serotonina juega un papel importante en el aprendizaje, nos preguntamos si las M.
vaccae podría mejorar el aprendizaje en ratones.
Por ello, hemos alimentado a los ratones con estas bacterias vivas y evaluamos su capacidad de salir de un laberinto, comparándolos con el control de los ratones que no fueron alimentados con la bacteria.
Encontramos que los ratones que fueron alimentados con M.
vaccae recorrieron el laberinto dos veces más rápido y con menos ansiedad que los otros ratones.
Por ello, esta investigación sugiere que las M.
vaccae pueden jugar un papel en la ansiedad y en el aprendizaje en los mamíferos (Traducción libre)Vía
