Un alto funcionario de uno de los miembros de la Unión Europea que estuvo presente durante las negociaciones de la COP15, ha dicho al diario inglés The Independent que China obstruyó sistemáticamente la cumbre, pues no tenía intenciones, como de hecho se demostró, de adoptar ningún objetivo climático legalmente vinculante.
La acusación, respaldada por otros testigos, refleja el malestar generalizado entre muchas delegaciones, que creó la actitud de los negociadores chinos.
Aunque se había aceptado que no habría un acuerdo jurídicamente vinculante ahora, se había acordado que sí estaría listo para mediados de 2010.
Este elemento, no obstante, fue eliminado a último minuto ante la insistencia de los chinos, que de otro modo se habrían negado a aceptar el tímido documento que ha resultado de la cumbre.
La oposición china también logró que se eliminase la declaración sobre una meta global para reducir las emisiones de carbono en 50% para 2050, así como el objetivo de que los países desarrollados reduzcan sus emisiones en 80% para la misma fecha.
Este último se considera esencial si el mundo es mantenerse por debajo del umbral de peligro de un aumento de dos grados centígrados de temperatura.
Estos objetivos ya habían sido aceptados por el G20, así que los jefes de Estado y de Gobierno de los países que conforman este grupo dijeron estar asombrados por las exigencias de China, especialmente en lo referente a los límites de emisiones establecidos para los países desarrollados.
El gobierno de China, según la fuente de The Independent, está seguro de que para 2050 el suyo será un país desarrollo, así que no quiere ninguna atadura que pueda frenar su crecimiento.
Vía
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