Crear piel artificial para curar heridas, quemaduras o úlceras no es tarea fácil.
Los científicos no acaban de dar con un material tolerado por el cuerpo, que resista hasta que la nueva piel crezca y acabe sustituyéndolo.
O quizás sí, podría haberlo encontrado, porque una reciente investigación sugiere que la seda de araña podría ser el secreto para crear la tan ansiada piel artificial.
Fabricarla evitaría tener que recurrir a los injertos de piel y ahorraría sufrimiento al paciente, además de muchísimo dinero en hospitalizaciones.
¿Pero, cómo lograrlo? Ahora parece que las arañitas nos indican el camino, según apunta un nuevo estudio de Hanna Wendt, un ingeniero de la Escuela Médica de Hannover, en Alemania.
Su propuesta promete, pues señala un nuevo material que aguanta las exigencias de resistencia y demás que tendría que satisfacer una piel sustituta.
De hecho, la seda de araña es uno de los materales naturales más fuertes y elásticos conocidos que, además, no provoca rechazo del cuerpo, explica Wendt.
Para demostrar la viabilidad de su idea, Wendt y su equipo cultivó células de piel humana sobre tejidos de seda de araña parecidos a la epidermis.
Así fue como encontraron que las células de piel humana colocadas sobre estas mallas podían prosperar, controlando elementos como nutrientes, calor y aire.
Este experimento obtuvo unos resultados que impactaron a Wendt: “Fue impresionante observar cómo las células humanas usan la seda de araña”, dijo la investigadora.
En el futuro, de extenderse este método, se tendría que crear fibras sintéticas de seda y proceder luego al cultivo celular en condiciones controladas.
Por lo tanto, el reto sería encontrar cómo hacer crecer la seda de araña sitética para satisfacer la gran demanda que habría de este material.
Vía
Las lluvias torrenciales y sus efectos en la población y la infraestructura española
Análisis de la gestión de emergencias tras la devastadora dana en Valencia