Un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego ha realizado un estudio, considerado el primero en su tipo, que evalúa el impacto del aumento de las temperaturas máximas y mínimas diarias sobre la producción de arroz irrigado en los campos de las regiones tropical y subtropical de Asia.
Sus hallazgos señalan que las cosechas de arroz disminuyen a medida que las temperaturas nocturnas aumentan.
Usando datos a largo plazo, los investigadores hallaron que el aumento de las temperaturas durante los últimos 25 años ha reducido las cosechas de arroz entre 10% y 20% en varias localidades de las zonas que han sido estudiadas.
Se trata de una información que no pasará desapercibida, ni para los gobiernos de la región ni para organizaciones como la FAO, tomando en cuenta que el arroz es parte fundamental de las dietas asiática y africana.
Asia produce y consume más de 90% del arroz que se produce en el mundo.
Tailandia, primer exportador mundial de este cereal, ha sufrido este año una importante plaga de insectos que ha afectado a más de un millón de hectáreas.
El International Rice Research Institute dice que las consecuencias podrían estar en el uso excesivo de fertilizantes, pesticidas, y de otras malas prácticas agrícolas.
En el mundo hay dos especies de arroz que se cultivadas: la asiática, Oryza sativa, y la africana, Oryza glaberrima.
La primera, de mayor rendimiento, se ha convertido en la dominante, económica y hasta culturalmente.
Sin embargo, el arroz que crece en África es más fuerte, más hábil frente a las malas hierbas, las pestes, las enfermedades y el clima volátil, según señala un estudio de AfricaRice.
Los científicos se enfocan ahora en usar el africano como base y mejorar su rendimiento con genes del asiático.
Las temperaturas nocturas más altas afectan negativamente el rendimiento de los campos de arroz y las diurnas tampoco son beneficiosas.
Estudios previos señalan que temperaturas máximas más altas durante el día pueden ser beneficiosas pero hasta cierto punto.
De acuerdo con Reuters, temperaturas diurnas mucho más altas conducirán también a una disminución de las cosechas.
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