¿Un gato vestido de cocodrilo? Me temo que no, en aquellos tiempos, hablamos de cien millones de años atrás, aún no había tiendas de disfraces ni nada por el estilo.
Aunque parezca cosa de la imaginación, en la noche de los tiempos existió una criatura que parecía un cruce entre un cocodrilo y un gato.
Los científicos han encontrado un fósil de cien millones de años al que han llamado Pakasuchus Kapilimai.
A grandes rasgos, era una especie de dragoncito con escamas y apariencia un cocodrilo, pero también tenía características de gato, como su tamaño, unas extremidades delgadas y una columna vertebral flexible.
El esqueleto fósil lo ha encontrado en África un equipo de la Universidad de Ohio, concretamente en la cuenca del Rift Rukwa de Tanzania y sus descubridores han concluido también que el animal tenía una larga cola, se alimentaba de insectos y otros pequeños animales y su cabeza “cabía en la palma de una mano”.
Los detalles del hallazgo los publica la revista Nature, donde se explica que esta especie antigua de cocodrilo tenía rasgos dentales de mamífero.
“Si sólo se miran sus dientes no se pensaría que fuese un cocodrilo, te preguntarías qué tipo de extraño mamífero o reptil con rasgos de mamífero es”, dice Patrick O’Connor, profesor de anatomía en el Colegio de Medicina Osteopática de la Universidad de Ohio (Estados Unidos).
O’Connor afirma que el descubrimiento no sólo aporta el conocimiento de un nuevo ser vivo, sino que “ha cambiado la imagen que se tenía de la vida animal hace 100 millones de años en lo que actualmente es el África subsahariana“.
Ahora, el reto al que se enfrentan los científicos es descifrar el mensaje oculto de la mandíbula de mamífero que poseía el insólito reptil.
Los dientes tienen bordes afilados para masticar la comida, semejantes a los molares de los mamíeros carnívoros.
“Esto nos ha desconcertado, pero si sabemos estudiar con detenimiento sus dientes nos daremos cuenta de que hemos averiguado algo nuevo y muy excitante“, se emociona O’Connor.
Vía
La llegada de una nueva DANA a España ha puesto en alerta a varias Comunidades tras las olas de calor sofocantes en nuestro país.
Aquí están, recomendados como destinos de viaje para aquellos que obviamente no tienen un sentido del olfato hipersensible.