Contar tigres siberianos salvajes por millares es una gigantesca utopía.
Actualmente, los ejemplares silvestres no superan los 450 en todo el mundo, y ni a éstos pocos se los respeta.
Los cazadores furtivos siguen colocando trampas, que los esperan silenciosas, escondidas entre la maleza.
Precisamente, para proteger la vida de la decena de ejemplares de la reserva natural china de Jilin, funcionarios de este país intentan ahora eliminarlas.
Estas trampas aislan a los tigres y los acaban matando de hambre.
Y como para hambre ya es suficiente con la que pasa la especie, en gravísimo peligro de extinción, los funcionarios están afanándose en eliminar trampas en uno de los dos puntos donde más tigres hay del país.
En total, China tiene alrededor de 20 tigres siberianos salvajes, todos ellos en el noroeste del país: una decena se encuentran en Jilin, y de 10 a 14 en la vecina provincia de Heilongjiang.
Son más de 40 trabajadores los que, durante esta semana, van rastreando el terreno buscando trampas colocadas por cazadores furtivos en las montañas de la Reserva Natural Nacional de Hunchun, que ocupa más de 1.
000 kilómetros cuadrados.
¿Por qué ahora? Como tantas veces pasa, se reacciona tras una desgracia.
Con la noticia de la búsqueda de trampas, se ha comunicado también que en febrero de 2002, un salvaje tigre siberiano fue rescatado de una trampa en la reserva natural, pero murió después de que el tratamiento de emergencia fallara.
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