Según The New York Times, la empresa BP entregará 1 millardo de dólares para los primeros esfuerzos de restauración de los daños causados por el derrame de petróleo en el Golfo de México, según un acuerdo voluntario firmado con el gobierno federal y cinco estados de Estados Unidos que resultaron afectados por el accidente.
El acuerdo, el más grande de su tipo en un caso de contaminación por hidrocarburos, no exime a BP de la responsabilidad legal por la explosión y el derrame que se produjo en la plataforma Deepwater Horizon el 20 de abril 2010, o de los costes de los daños y perjuicios económicos y ambientales adicionales.
El anticipo será utilizado para reconstruir las marismas costeras, reponer las playas dañadas, conservar el hábitat marino y restaurar la barrera de islas de todos los daños que sufrieron tras la explosión y el derrame de casi cinco millones de barriles de petróleo durante 87 días lo largo de la costa de cinco estados: Alabama, Florida, Louisiana, Mississippi y Texas.
Cada uno de estos recibirá 100 millones de dólares, al igual que el Departamento del Interior y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Los restantes 300 millones de dólares serán utilizados para desarrollar proyectos propuestos por los estados y seleccionados por las agencias federales.
Lamar McKay, presidente de BP America citado por el diario, ha dicho que la empresa no está obligada legalmente a realizar pago alguno hasta que se haya realizado la evaluación completa de los daños, así que lo que faltaba: habrá que agradecerle que anticipe este dinero para recuperar un hábitat víctima de su actividad.
Como arrendatario del pozo accidentado y parte responsable por el derrame, BP debe hacer frente a todos los gastos de compensación, aunque esta semana presentó una demanda contra sus, Transocean, Halliburton y Cameron Internacional, culpándolos por el accidente y exigiendo decenas de miles de millones de dólares en compensación.
También citada por el diario, Jane Lubchenco, administradora de la NOAA, dijo que el derrame provocado por la explosión del pozo planteó desafíos inusuales, ya que no sólo afectó a las playas, pantanos y vida silvestre, sino también al medio ambiente de aguas profundas y al fondo del océano.
Es imposible estimar el daño total.
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