En 2007, el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC) afirmó que el mundo había sufrido, desde 1970, un aumento acelerado de los costos económicos debido a eventos relacionados con condiciones climáticas extremas.
Sin embargo, ahora sabemos que el trabajo científico en el que el IPCC basó esta afirmación supuestamente no había sido revisado por expertos o publicado para el momento en el que se utilizó en el informe.
Cuando el trabajo científico fue finalmente publicado en 2008, llegó con la advertencia de que no se había encontrado evidencia suficiente para señalar una relación estadística entre el aumento de la temperatura mundial y las pérdidas en las catástrofes.
A pesar de la advertencia, el IPCC no aclaró esta falta de evidencia antes de la cumbre del mes pasado de Copenhague.
Así, la afirmación del vínculo entre el cambio climático y el aumento de las pérdidas materiales generadas por eventos climáticos llegó intacta a la COP15 y fue un argumento central para que algunos países exigiesen compensaciones de miles de millones de euros a los países ricos responsables de la mayor cantidad de emisiones de carbono.
El trabajo académico en cuestión fue escrito en 2006 por Robert Muir-Wood, jefe de investigación de la consultora londinense Risk Management Solutions, quien más tarde se convirtió en autor contribuyente de la sección del informe de 2007 del IPCC sobre cómo afrontar el impacto del cambio climático.
Hace unos días, el IPCC admitió que había cometido un error al afirmar que los glaciares del Himalaya podrían derretirse en 2035, ya que esta afirmación no estaba basada sobre una investigación detallada acerca del calentamiento global.
Parece que para este grupo ha llegado el momento de las rectificaciones.
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