Hay gente que vive en las viviendas más disímiles: contenedores de transporte, bermas cavadas en la tierra, casas hechas con balas de paja y hasta con sacos de arenas.
Y, además, esta gente vive bien.
El ingenio y la investigación han logrado transformar estos materiales en excelentes bases para edificar viviendas alternativas a las tradicionales, en ocasiones más ecológicas y sostenibles que éstas.
Los contenedores para transporte pueden ser fácilmente modificados, apilados y conectados para crear espacios modulares muy resistentes.
No sé dónde pueden comprarse ni a qué precio, pero en The Daily Green aseguran que construir una vivienda con contenedores para transporte cuesta una fracción del coste, mano de obra y recursos que una vivienda convencional.
Las balas de paja -los tallos secos de las plantas de cereales, después de que el grano y la paja han sido eliminados- son un material altamente aislante.
En una casa de paja que soporta una carga, el peso de la cubierta se apoya en los propios fardos sin ningún otro marco.
Las casas de paja que no soportan carga tienen un marco de madera o de otro material y las balas de paja se usan para rellenar las paredes y crear aislamiento.
Las casas hechas con sacos llenos de arena no son comunes, pero existen.
Según Molly Edmonds, de How Stuff Work, los sacos de tierra podrían ser utilizados como relleno para una estructura convencional, pero normalmente son usadas para construir toda la estructura: sólo son necesarias las bolsas y el alambre de púas usado para mantenerlas juntas.
Os recomiendo ese artículo.
casas hechas con botellasVía