Ya vimos algunos consejos para que la familia comiera más verduras, pero hoy nos centraremos en los más pequeños.
¿Misión imposible? Aunque no lo parezca, siempre hay triquiñuelas que funcionan.
Saber que escasean los niños que quieren hincarle el diente a los vegetales no consuela a los padres.
Lógicamente, hay que incorporar los beneficios de las verduras y hortalizas a su dieta, pues hay una razón de peso: su salud lo agradecerá.
¿Pero, cuál es el secreto de los padres con niños que adoran las verduras? Salvo maravillosas excepciones, porque también hay enanos que comen de todo sin problemas, conseguirlo es difícil.
Veamos algunos consejos para lograr nuestro objetivo.
Una primera sugerencia es servir las verduras a diario, y convencido de que están deliciosas.
Ello incluye una bonita presentación, como si fueran golosinas, y en crudo.
Los guisantes son una buena puerta de entrada a los alimentos verdes: coloca varias vainas enteras en un plato, junto con verduras cortadas en trocitos, zanahorias y pimientos rojos en forma de palitos, apio, coliflor, tomate…Plantar un jardín de vegetales y cuidarlo con ellos es otra inmejorable opción.
Los estudios demuestran que los niños que hacen crecer verduras se comen casi cualquier cosa.
Entre juegos y trabajos, los niños encontrarán divertido comer lo que han plantado, y se sentirán más relajados que sentados a la mesa.
Acompañar las verduras de un poquito de mantequilla, aceite de oliva o queso fresco batido es otra opción.
O añadir trocitos muy pequeños a la sopa, pues con la cocción acabarán siendo invisibles.
Más consejos: conseguir una ensalada crujiente es fácil añadiendo frutos secos picados en la vinagreta.
O todo lo contrario, hacer que las verduras se conviertan en una deliciosa pasta, blanditas y jugosas, sólo requiere espolvorearlas con sal, rociarlas con aceite de oliva e introducirlas media hora en el horno, a alta tempertura (alrededor de 300 grados).
Y ten en cuenta que dar ejemplo también es importante.
Otra buena idea es preparar con ellos las ensaladas y platos con verduras.
La complicidad hace milagros.
Vía
