Cada verano nos preguntamos qué podríamos hacer para ahorrar un poco de energía, y es que, con el calor que nos traen estos meses, sobre todo agosto, los aires acondicionados no paran de trabajar y consumir, y necesitamos pequeños detalles para que este consumo de energía en verano no sea tan alto.
Veamos algunas pequeñas cosas que podemos hacer que nos ayudarán a ahorrar un poco de energía en estos meses de más calor.
Para empezar podemos escoger bombillas de bajo consumo, que tienen más eficiencia energética y se calientan mucho menos que las tradicionales.
Evitamos el calentamiento que producen en las habitaciones en las que están las que no son de bajo consumo, y además comprobaremos que la factura sube menos con su uso (la parte de consumo de la factura, que es la que podemos controlar, evidentemente).
A la hora de poner el aire acondicionado debemos recordar que por poner al inicio una temperatura más baja de la que buscamos en realidad no se consigue enfriar la casa más rápido.
Es mucho mejor poner el termostato desde el principio con la temperatura deseada.
24ºC es la temperatura recomendada, no menos, por cada grado de temperatura que subimos el termostato, el ahorro energético en climatización es del 7%.
Otra cosa que podemos hacer es colocar ventiladores en las zonas más frescas de la casa.
El movimiento del aire en una habitación disminuye notablemente la sensación de calor, produce una sensación de descenso de la temperatura de 3 a 5º y su consumo de electricidad es mucho más bajo que el del aire acondicionado.
Para maximizar esta sensación de frescor que produce el ventilador lo mejor es situarlo en las zonas más frías de la casa o la habitación.
Por último, es importante recordar que las ventanas deben abrirse de noche, durante el día es mejor que estén cerradas.
En las horas de más sol es recomendable usar estores, cortinas y persianas, todo lo que pueda ayudar a aislarnos del sol directo.