El tema de la contaminación radioactiva en el mundo es algo que siempre preocupa mucho.
Después de la catástrofe en el mundo de Chernóbil se publicó un estudio en “Annals of the New York Academy” recogiendo las consecuencias que tuvo para las personas y el medio ambiente.
El artículo reunía también algunas terapias naturales adecuadas para protegernos de la radioactividad.
La radioactividad afecta desde la tiroides hasta el hígado, corazón, páncreas, o puede provocar cáncer, suele aparecer en poblaciones cercanas a las zonas contaminadas, y puede afectar a personas alejadas también.
Afecta también a las glándulas adrenales y surgen síntomas que se parecen mucho a la fatiga y cansancio.
Si ese es tu caso, si te sientes mareado, o necesitas café para despertarte, y el agotamiento sigue, los informes sobre zonas radioactivas dicen que puede ser un síntoma de contaminación radioactiva, de la llamada radioactividad circulante.
Sea o no nuestro caso, no está de mal saber los protocolos que se recomiendan para la desintoxicación.
Alga EspirulinaEn Chernóbil se utilizaron 5 gramos de espirulina durante 45 días contra el envenenamiento radioactivo, esta junto con el alga Clorella tienen beneficiosos efectos de protección de la radioactividad.
Se hizo un estudio y se comprobó que la espirulina consiguió reducir los niveles de radioactividad en la orina en un 50% después de 20 días.
Té negro y verdeEstudios japoneses aseguran que las propiedades antioxidantes del té negro y verde pueden tener efectos radio-protectores cuando se ingiere antes o después de la radiación.
AntioxidantesRelacionado con los antioxidantes del té, los antioxidantes como el ácido alfa-lipoico, la Vitamina E, la Vitamina C, Vitamina B, selenio, N-acetilcisteína se convierten en fundamentales.
Es mejor utilizarlos combinados porque juntos tienen más efecto.
Varios estudios han mostrado la importancia de la suplementación con antioxidantes como terapia contra los peligros de la radiación.
En el caso de la vitamina C, 1-4 gramos diario es una dosis correcta, pero durante una exposición aguda se requerirá más.
La vitamina C protege contra la radiación y puede reparar el daño por una exposición previa.
Alimentación Una alimentación para protegernos de la contaminación radiactiva tiene que incluir frutas y vegetales no contaminados, sobre todo aquellos ricos en pectina como las manzanas para promover la rápida eliminación de radionúclidos.
Fotogafía
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