El Big Green Gathering es un festival consagrado a la cultura verde, ecologista, conservacionista o como se la quiera denominar que reúne a cada año a veinte mil alterglobalizadores y espíritus afines en Somerset (Gran Bretaña).
La edición de 2009 se iba a celebrar a partir del miércoles 29 de julio y hasta el domingo 2 de agosto.
Y uso el pasado porque se ha suspendido.
Las autoridades han hecho efectiva una orden judicial casi en la víspera de la inauguración.
Como es fácil comprender, el daño económico y de imagen que provoca en la organización es enorme.
Puede que definitivo tras el gasto en infraestructuras, montaje, actuaciones, actividades o seguridad.
Sus responsables sospechan que esa es la intención real de esta medida: el fin del festival.
¿Y el público? Imaginad las miles de personas que ya disponían de billetes para llegar a la zona, habían programado sus vacaciones de acuerdo con el festival,… La cancelación, según los máximos responsables del festival, es fruto de la presión política y responde a una decisión premeditada y calculada fríamente.
¿Presión política? Sí, este encuentro anual congrega a activistas medioambientales de todo pelaje y origen, entre los que se sospecha pudiera haber radicales.
Lo cierto es que el evento se puso en marcha en 1994 y nunca ha provocado ningún conflicto de consideración.
El festival ofrece conciertos, mesas redondas, performances, talleres para niños y demostraciones de alimentación ecológica, artesanía, energías renovables o medicina alternativa.
La organización de Big Green Gathering advierte que han tramitado la misma documentación que en años anteriores.
La presión que han sufrido ciertos funcionarios durante el proceso de autorizaciones, señalan, es un retroceso a la época de Margaret Thatcher.
¿Alguien duda que La Dama de Hierro marcó a varias generaciones de británicos? Pero eso no es todo, algunos analistas creen que el cierre del festival es parte de un planteamiento más amplio que planea tomar medidas enérgicas contra todas las protestas medioambientales como el Climate Camp, de próxima celebración.
Por su parte, un portavoz de la policía subrayó la importancia que tiene la seguridad de los asistentes al evento así como la de los que viven y trabajan en la zona durante su celebración.
Para evitar cualquier tipo de conflicto, la policía ha bloqueado las carreteras de acceso al que iba a ser recinto del festival.
Pese a esta llamativa medida, miles de personas –sorprendidas e indignadas- han comenzado a congregarse en las cercanías.
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