Más de mil nuevas especies han sido descubiertas en la isla de Nueva Guinea entre 1998 y 2008, pero la tala y la conversión del bosque a la agricultura, entre otras actividades, están poniendo a muchas de estas criaturas únicas en riesgo.
Estudios independientes han demostrado que 24% de los bosques del este de la isla fueron talados o degradados a través de la tala o la agricultura de subsistencia entre 1972 y 2002, según señala Final Frontier: Newly Discovered species of New Guinea (1998-2008), elaborado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Nueva Guinea es la mayor isla tropical de la Tierra -dividida entre Papua Nueva Guinea en el Este e Indonesia en el Oeste- y contiene la tercera selva tropical más grande del mundo.
El informe muestra que 218 nuevos tipos de plantas, 43 reptiles y 12 mamíferos han sido encontrados en la isla durante un período de diez años.
A esta explosión de biodiversidad hay que añadir nada menos que 580 especies de invertebrados, 134 especies de anfibios, dos especies de aves y 71 especies de peces, entre ellas un raro tiburón de río.
Si nos fijamos en Nueva Guinea en términos de diversidad biológica, es mucho más parecido a un continente que una isla, según señala en una nota de prensa Neil Stronach, representante del Programa de Melanesia occidental de WWF.
Pero los bosques de la isla se enfrentan a serias amenazas como la tala, la minería, el comercio de vida silvestre y la conversión a la agricultura, especialmente al aceite de palma, de acuerdo con Eric Verheij, Director de Conservación del mismo programa.
China compra cerca de 82% de las exportaciones de madera de Papúa Nueva Guinea cada año, lo que representa un volumen total de más de dos millones de metros cúbicos.
Los estudios sugieren que 70% de la tala es ilegal.
Nada sorprendente.
Sabemos que la demanda de muebles e instrumentos musicales fabricados con maderas preciosas, como el palisandro y el ébano, está diezmando los bosques de Madagascar, y que el principal destino de éstas es el país con más nuevos ricos del mundo, China.
Con base en el primer capítulo del informe de WWF, más de 230 millones de hectáreas de bosques desaparecerán en todo el mundo para 2050 si no se toman medidas.
El informe propone que las autoridades y empresas se unan en torno a una meta de cero deforestación y degradación útil (ZNDD) para el año 2020 como punto de referencia mundial para evitar el peligroso cambio climático y frenar la pérdida de biodiversidad.
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