Poco más de un año después de que varios investigadores temían una caída preocupante de la población de Orcas, el número ha repuntado en el noroeste de la costa estadounidense, en el estado de Washington, con seis nuevos nacimientos.
A pesar de que la evidencia científica es escasa, algunos expertos creen que el baby boom de las Orcas podría deberse a que la dieta de los cetáceos mejoró sustancialmente gracias al salmón, uno de sus platos favoritos.
El Center for Whale Research indica que en 2008, ocho orcas de la población residente del sur de Washington y el suroeste de la Columbia Británica desaparecieron, entre ellas dos hembras en edad reproductiva y una vieja matriarca del grupo.
Con sólo un sobreviviente entre los nacidos ese año, el total de la población disminuyó a 82.
En su momento los investigadores se alarmaron.
Pero para el 2009, no se reportaron muertes y cinco criaturas recién nacidas fueron vistas, dando un total de 87 orcas.
El sexto nacimiento ocurrió el 3 de enero y fue observado cerca de Seattle.
Howard Garrett, director de la Orca Network, afirma que el alimento de los cetáceos ha sido determinante en esta fecundidad.
Las ballenas comen mucho salmón, especialmente el salmón real, el más grande y probablemente más sabroso de las especies del Pacífico.
Los salmones Chinook son considerados como especie amenazada o en peligro de extinción en varios cursos de agua del noroeste, incluyendo Puget Sound y el río Columbia.
Desafortunadamente, las ballenas son muy exigentes a la hora de comer y éstos peces pueden constituir el 80% de su dieta.
Las orcas se mueven por éstas aguas, desde el sur de California hasta el extremo norte de la isla de Vancouver, Canadá, en función de la abundancia o no de salmones.
Dependiendo de los ríos, algunas poblaciones de salmón suben, algunas bajan.
Y las orcas se enfrentan con el mismo problema que aqueja a todos los pescadores: estar en el lugar y el momento adecuado para poder disfrutar de una buena pesca.
Esta orcas son genéticamente distintas de las orcas de otros lugares.
Además de apegarse a esta región, sus sonidos se consideran únicos, tienden a aparearse sólo dentro de su comunidad, y por lo general se reúnen cada año para socializar cerca de las islas San Juan.
Las Orcas tienen un período de 17 meses de gestación, por lo que al menos seis de las ballenas estaban embarazadas hace un año.
Desde lejos es difícil saber si una orca está esperando un hijo, de modo que ningún científico estaba al tanto de la gestación.
Con los años, el Center for Whale Research ha realizado un seguimiento de la población del sur, y los números han variado entre un mínimo de 71 en 1977 a un máximo de 97 en 1996.
El total actual de 88, coincide con el total en 2007, está muy por debajo de los 140 que vivían aquí antes de que decenas fueran capturadas para los acuarios en la década de 1960 y comienzos de los 70.
Vía
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