Quien creía que Internet podría ser un vehículo poderoso para extender la causa ecológica sin contaminarlo con su lado financiero fue muy ingénuo.
El dominio .
eco -similar al .
es o .
com- saldrá pronto a la World Wide Web, y dos grupos medioambientales están preparando sus baterías para hacerse con su control.
Por un lado está el grupo Dot Eco, con base en Estados Unidos (California) y apoyado por Al Gore.
Por el otro, Big Room, con base en Canadá.
Ambas compañías planean aplicar ante la Icann -Internet Corporation for Assigned Names and Numbers, cuerpo que regula los dominios- para la creación de .
eco a principios de 2010.
El cofundador de Dot Eco, Minor Childers, defiende que el objetivo de su compañía es vender nombre de dominios para reunir fondos de los cuales 57% será entregado a organizaciones que puedan ejercer un cambio.
Entre sus apoyos están el Sierra Club y la Alliance for Climate Protection.
Big Room, que forma parte de un consorcio que incluye a la WWF y la Cruz Verde, tiene un objetivo similar: generar dinero, a través de la venta de dominios .
eco, que pueda financiar proyectos de sostenibilidad en todo el mundo, pero que también pueda ser usado por compañías cuyas actividades, aunque no estén directamente relacionadas con la ecología, tengan credenciales de buenas prácticas medioambientales.
Así, las compañías y organizaciones que apliquen por dominios .
eco a través de Big Room deben reunir ciertos criterios.
Por ejemplo, deben medir y publicar su huella de carbón.
Es decir, .
eco sería más que una que extensión para Internet: sería también una credencial ecológica.
El que sea posible crear el dominio .
eco ha sido gracias a la relajación de las reglas de Icann con respecto a los dominios de alto nivel o TLD, que son aquellas extensiones que siguen al punto en una dirección.
Gracias a esta dirección, las compañías pueden convertir sus marcas en direcciones web.
Vía
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