La tecnología es cada vez más abrumadora, y de seguir así buscar una aguja en un pajar va a acabar siendo cuestión de coser y cantar.
Si no, que se lo pregunten a la docena de estudiantes universitarios de Alabama que, usando la información que proporcionan satélites de la NASA, observan los bosques del estado en busca de garrapatas transmisoras de la enfermedad de Lyme.
Buscar garrapatas vía satélite puede parecer una mala idea.
Encontrar algo tan pequeño, desde tan arriba… Pero la cosa no funciona con esta lógica, porque los estudiantes, alumnos de la Universidad de Alabama y de la Universidad Estatal de Jacksonville, no buscan a estos animalitos como tales.
Los encuentran indirectamente, localizando los hábitats favorables para la proliferación de estos insectos chupadores de sangre.
Los alumnos llevan tres cursos dentro de este proyecto de la NASA, llamado Desarrollar, y que consiste en un programa de capacitación que involucra a los estudiantes en trabajos de campo y en el estudio científico de laboratorio para enseñarles cómo analizar los resultados de la investigación y compartirlos con científicos y con el público.
En concreto, los estudiantes realizan investigaciones relacionadas con la política local y los problemas ambientales, con el objetivo de ayudar a los líderes comunitarios y gobiernos locales y estatales en la toma de decisiones.
Ubicar vía satélite ecosistemas favorables para la garrapata es posible gracias a tecnología de teledetección y programas que permiten obtener información geográfica, con el objetivo de informar y sensibilizar a la población sobre la enfermedad de Lyme, una patología crónica cuando no es diagnosticada ni tratada.
Así, los estudiantes utilizan las imágenes de satélites para analizar la humedad del suelo y la vegetación en 12 localizaciones en el Bosque Nacional de Talladega, en el norte de Alabama, creando mapas digitales detallados que muestran hábitats en los que existe mayor riesgo de contraer la temible enfermedad, una auténtica epidemia silenciosa.
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