El grupo ecologista británico Keep Britrain Tidy ha declarado lo que el diario The Guardian califica como una mini guerra en contra de algo que pocos podrían predecir: las gomas elásticas con las que los trabajadores del servicio postal atan la correspondencia.
O en contra de los trabajadores, que se deshacen de ellas donde les viene en gana, porque la verdad es que las gomas por sí solas son más bien inofensivas.
Claro, como en las aceras españolas lo que más abunda son colillas de cigarro, nos cuesta entender la magnitud del problema que pueden representar las gomas elásticas y cómo se sabe que son precisamente las del servicio postal.
Pues bien, según Keep Britain Tidy, al menos 6% de las calles británicas están sucias debido a las gomas elásticas.
Y como las que usa el servicio postal son rojas, debe ser más fácil identificar quién es el autor el desecho mal colocado.
¿Por qué tantas gomas terminan en las aceras?, se pregunta The Guardian.
Nadie lo sabe, pero los trabajadores del servicio postal recientemente se han quejado de que están sufriendo bullying para trabajar más rápido.
Gomas elásticasDesde Keep Britain Tidy advierten a los carteros que aquel que sean pillados tirando gomas elásticas en la calle recibirán una multa de 80 libras esterlinas, o 2.
500 libras esterlinas si el caso llega a la Corte.
Pero, ¿es ilegal? ¿Quién impondrá la sanción? Preguntas sin aclarar.
El grupo también propone a los ciudadanos que envíen todas las gomas elásticas que encuentren en la calle a su oficina, que ya ellos se encargarán de enviarlas de regreso al servicio postal.
Ciertamente, es una pena dejar abandonada en la acera un artículo de oficina tan polifacético como la goma elástica.
Siempre se puede usar para seguir atando cosas –por ejemplo, la correspondencia-, para hacer bolas inútiles pero estéticamente simpáticas, para amenazar a los empleados perezosos, o para dificultarle mucho al compañero de piso que use el teléfono.
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