Cuando se hace turismo en invierno en Europa, la mayoría suele pensar en la vuelta al hotel como una vuelta al calorcito de la calefacción.
Si este no es tu caso, y el objetivo de tu viaje es precisamente el frío, puedes lanzarte en una expedición por los Pirineos con nada más que un saco de dormir.
O, para mayor comodidad, puedes hospedarte en alguno de estos hoteles de hielo.
Más de 160 metros por encima del círculo polar ártico, en la villa finlandesa de Lainio, está el hotel SnowHotel.
Sus 15 habitaciones dobles, ocho suites, el bar y el restaurante han sido construidos con 1,3 millones de kilogramos de de nieve y 299 mil kilogramos de hielo.
Hay un sauna, por si se echa de menos un poco de calor entre tanta transparencia helada.
Los mismos artífices del SnowHotel de Lainio han creado el Kirkenes Snowhotel, en esa localidad noruega, situada en ese trozo de Noruega que pasa por encima de Suecia y Finlandia, y se acerca a la frontera con Rusia.
Tiene todo el atractivo de su par sueco, más el añadido de permitir una escapa a Rusia, estar frente al Mar de Barents y en un parque nacional de renos.
Hoteles de hielo en EuropaTambién en Noruega está el Igloo Hotel, en Sorrisniva, en los bancos del Río Alta.
Mide unos dos mil metros cuadrados, tiene 30 habitaciones, un bar y hasta una capilla.
Dentro del hotel, la temperatura es de entre -4 y -7 grados Celsius, pero para dormir, los huéspedes cuentan con unas colchas de piel de reno que, aunque desagradables si se piensa en su procedencia, resisten hasta -30 grados Celsius.
Pero no hay que llegar hasta el círculo polar ártico para encontrar un hotel de hielo, Rumanía también cuenta con el suyo.
Está situado en las Montañas Fagaras, a más de dos mil metros de altura.
Sólo se llega a él en telecabina y es el más cálido de los hoteles de hielo, pues la temperatura oscila entre los -2 y los 2 grados Celsius.
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