La dieta y las prisas son una mala pareja.
Para perder peso, casi más importante que eliminar calorías es rebajar el estrés.
Al menos, los científicos han descubierto un gen que nos hace desear alimentos dulces y grasos cuando estamos sometidos a situaciones de tensión.
Así, cuando la barriguita nos hace run run a deshoras, quizás sea más efectivo pasear o poner los pies en alto y relajarse que comerse un tentenpié light …que sujetarse el estómago rogando que pase la crisis.
De acuerdo con esta nueva investigación, el estrés activa un gen que afecta al metabolismo y contribuye a aumentar nuestro deseo de comer alimentos dulces y grasos.
Igualmente, el gen afecta a la diabetes tipo 2, por lo que se espera que el estudio de dicho gen dará lugar a nuevos fármacos contra la diabetes, así como píldoras para la pérdida de peso.
Averiguar por qué tanta gente se abalanzaba sobre la caja de galletas cuando estaba bajo presión en casa o en el trabajo fue el objetivo que dio lugar a esta investigación, liderada por el científico Chen Alon.
El estudio, realizado en ratones, descubrió cómo un gen bombeaba una proteína producida en el cerebro llamada Ucn3.
Lo hacía en momentos de estrés y producía efectos en todo el cuerpo, afectando a los órganos, incluyendo el corazón, los músculos, el hígado y el páncreas.
Asimismo, aumentaba el apetito, así como la manera como el cuerpo utiliza la insulina, una hormona crucial en la transformación del azúcar en energía.
Resultado: los ratones que vieron activada esta proteína a menudo, es decir, los estresados, mostraron signos de diabetes y mostraron un gusto por los alimentos azucarados y grasos.
En palabras del doctor Chen, científico del Instituto Weizmann en Israel:Esta reacción se explica porque el cuerpo intenta proveerse con combustible extra cuando estamos sometidos a tensión extrema.
El estrés es bueno cuando se tiene que hacer frente a un evento, como cuando te encuentras con un león.
El metabolismo cambia, se consumen más azúcares y más glucosa, que va a los músculos para ayudar a escapar del león.
Pero el estrés prolonga esta respuesta demasiado, y el sistema deja de estar bien regulado.
Si no funciona adecuadamente, puede acabar llevándonos a padecer trastornos psiquiátricos y metabólicos.
(Traducción libre)Vía
