¿Cuántas veces habéis tenido un dolor de cabeza sin que haya un motivo aparente? No estáis estresados, habéis comido -y digerido- correctamente, habéis descansado lo necesario.
¿Y entonces? Pues va a ser que hay una grandísima posibilidad de que el causante de migrañas y jaquecas sea el aire contaminado que respiramos.
En un estudio realizado en Santiago de Chile, una ciudad especialmente contaminada a consecuencia de la particular combinación de factores ambientales de su ubicación geográfica, se observó un aumento dramático de ingresos hospitalarios por migrañas agudas y otros dolores de cabeza durante los días en los que las lecturas de contaminación en el aire fueron más elevadas.
En este estudio, publicado en el American Journal of Epidemiology, el equipo de Cakmak evaluó los niveles de contaminación del aire tomados en siete estaciones de monitoreo entre 2001 y 2005.
Las estaciones miden los niveles de ozono y los principales contaminantes del aire: el nitrógeno, el dióxido de azufre, el monóxido de carbono y las partículas en suspensión, como las asociadas con la combustión de la gasolina, el gas natural y otros combustibles fósiles.
El científico Sabit Cakmak, representante del Ministerio de Salud de Canadá, trabaja desde el año 2003 en indicadores de calidad del aire asociados al riesgo de salud en la población chilena, en el marco de un acuerdo firmado entre el país austral y los canadienses.
Durante el mismo período, los investigadores recogieron información sobre el número de hospitalizaciones por migraña y otros tipos de dolor de cabeza.
Cuando los investigadores combinaron los datos encontraron que la contaminación del aire era un factor de riesgo importante.
Además, esta asociación entre la jaqueca y la contaminación se mantenía independientemente de la edad y el género de los pacientes, así como de la época del año.
Vía
Las lluvias torrenciales y sus efectos en la población y la infraestructura española
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