Si estáis en Barcelona habréis pensado en las nubes por lo menos una vez.
Seguramente cuando, temprano en la mañana, nubarrones negros comenzaron a moverse por el cielo, dejándolo totalmente gris.
Sabemos que las nubes están hechas de gotas de agua o cristales de hielo que flotan en el cielo y que hay muchos tipos de nubes.
El agua en el aire nos rodea en forma de vapor de agua.
No son las únicas partículas pequeñas en el aire, también están los aerosoles, como el polvo.
Cuando el aire se enfría, las partículas de vapor de agua se pegan a las partículas de aerosoles.
Mientras más partículas, más grandes, de vapor de agua se pegan a los aerosoles y entre sí, formando nubes.
NASA nos explica que las nubes son nombradas según dónde se encuentran en el cielo y por su forma.
Hay nubes medias y altas, y hay nubes que se forman cerca de la superficie y que son conocidas como niebla.
En cuanto a su forma, están las nubes cirros (altas y con forma de pluma), las nubes cúmulos (nubes medias que parecen bolas de algodón) y nubes estratos son (nubes bajas que cubren el cielo como sábanas).
En 2009 fue descubierta la nube Asperatus, manto oscuro y grumoso.
Como mirar la superficie del mar agitado desde abajo, según la describe Gavin Pretor-Pinney, fundador de la Cloud Appreciation Society -sociedad de apreciación de nubes– y quien identificó por primera vez la nueva nube en fotografías enviadas por miembros de la sociedad.
Vía
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