Vamos con una de esas noticias de los Obama que no cambiarán el mundo pero que a nosotros nos hace mucha gracia.
Sí, es una de esas noticias como la del perro del matrimonio más poderoso del mundo.
Hoy, retomamos un tema que parecía ya enterrado: el huerto de la Casa Blanca.
Michelle Obama ya se ha puesto manos a la obra y con ayudas externas.
Si lo recuerdan, unos jóvenes propusieron tomar el jardín de la Casa Blanca y convertirlo en un huerto.
La propuesta pareció hacerle gracia a la primera damà ya que en un comunicado aseguró que se haría un huerto en el recinto del edificio para fomentar la educación en el medio ambiente.
Después de una semana, Michelle Obama ha contado con la ayuda del secretario de Agricultura Tom Vilsack y un grupo de estudiantes de la escuela elemental de Bancroft.
Así, estuvieron trabajando en la parte sudoeste del jardín plantando diferentes tipos de vegetales.
Como si del movimiento Slow Food se tratara, los niños que acompañaron a la primera dama en esa jornada, volverán a la Casa Blanca para recoger los frutos de su trabajo y, después, aprenderán a cocinarlos.
Mientras esperan la vuelta de los chiquillos, el equipo de jardinería del edificio oficial serán los encargados de vigilar el huertecito.
Realmente es una iniciativa bonita aunque no entiendo muy bien su propósito.
Bueno sí, dar una imagen cercana del matrimonio Obama pero, aparte de esto, no veo ningún fin ecológico a esto.
En fin, esperemos que las propuestas de Obama en Copenhague sean más serias que esto.
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