Las propuestas de la Unión Europea para poner fin a la práctica de descartar peces han encontrado una fuerte oposición por parte de la industria pesquera europea.
El diario inglés The Guardian informa que en la reunión convocada hoy en Bruselas por la comisaria de Pesca de la UE, María Damanaki, a la que asistieron representantes de los pescadores, grupos ecologistas y grupos de consumidores, algunos miembros de la industria pesquera mostraron una vehemente oposición a los planes propuestos, mientras que otros sugirieron que debe haber modificaciones.
El descarte es la práctica de devolver al mar los peces no deseados porque son demasiado pequeños, de una especie no comercial o porque provocarían que los barcos pesqueros sobrepasasen sus cuotas de captura.
Normalmente, los peces arrojados por la borda ya están muertos.
Como os contamos en marzo de esta año, Damanaki propuso una regulación para evitar esta práctica en las pesquerías de la UE, como parte de una reforma de la Política Pesquera Común (PPC) que se espera que se produzca en 2013.
Según informó la BBC entonces, Damanaki, sugirió limitar la cantidad de tiempo que los barcos pueden pasar en el mar y los lugares donde se puede pescar, contando todo el pescado desembarcado con cargo en las cuotas, cerrando las pesquerías mixtas cuando la cuota máxima de una especie en éstas haya sido capturada, ampliar el uso de cámaras de circuito cerrado de televisión, los observadores, implementar cuadernos electrónicos diarios de pesca y hacer seguimiento en los puertos.
De acuerdo con The Guardian, Damanaki dijo en la reunión que acabar con el descarte de peces es necesario para que las flotas pesqueras de Europa tengan futuro.
Las existencias europeas, dijo, están en una situación difícil y la gran mayoría de los pescadores, especialmente los pescadores costeros, se quejan de que no hay peces en el mar.
Además de los efectos medioambientales, está la implicación ética de malgastar peces que son comestibles.
Los pescadores, por supuesto, temen perder dinero como resultado de la prohibición, sobre todo porque se verían obligados a desembarcar pescado para el cual hay poca demanda.
Secciones de la industria pesquera y algunos Estados miembros han creado una propuesta alternativa: que los descartes no sean prohibidos directamente, sino que dependan de que los pescadores lo decidan voluntariamente.
Pero los conservacionistas han criticado esta propuesta alternativa.
Greenpeace dijo que si era aprobada, los pescadores que más descartan serían recompensados al recibir una cuota de captura más alta, mientras que los países que firmaron el plan verían sus cuotas nacionales aumentar hasta en 12%.
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