Mitsuyuki Ikeda, un investigador del Laboratorio de Okayama, ha desarrollado carne a partir de proteínas presentes en los excrementos humanos superabundantes en el lodo de las aguas residuales de Tokio.
Esta noticia ha sido publicada por Digital Trends y, como es comprensible, ha causado cierto malestar estomacal incluso en los más fervorosos defensores del reciclaje total que conozco, no digamos ya en los higienistas más recalcitrantes.
El citado investigador se puso en la labor de encontrar uso al fango que se forma en las aguas residuales de la capital japonesa a petición Tokyo Sewage, Aguas Residuales de Tokio, nombre curiosamente obvio de la empresa que gestiona el drenaje de la ciudad y que quería saber si había algún modo de sacarle provecho a tan desagradable residuo.
Ikeda descubrió que el lodo contiene una gran cantidad de proteínas debido a todas las bacterias presentes en él.
Explica Digital Trends:Luego, los investigadores extrajeron las proteínas, las combinaron con un potenciador de reacción y las pusieron en un detonador que creó la carne artificial.
La “carne” es 63% proteínas, 25% carbohidratos, 3% de lípidos y 9% minerales.
Los investigadores colorearon la carne-caca de rojo con colorante de alimentos y mejoraron el sabor con proteína de soja.
En las pruebas iniciales, la gente dijo que incluso sabe a carne de res.
Como yo, Chris Matyszczyk, de Cnet News, tiene sus dudas sobre la veracidad de tal experimento.
Tomemos el nombre del laboratorio: Laboratorio de Okayama.
¿Será que en la ciudad de Okayama, que tiene casi un millón de habitantes, hay sólo un laboratorio? ¿Puede una empresa tener un nombre tan genérico? Qué decir de Tokyo Sewage.
Existe una agencia encargada de las alcantarillas tokiotas, pero su nombre, mucho más institucional, es Bureau of Sewerage of Tokyo Metropolitan Government.
Y aún de ésta debo decir que su mascota -¡tiene mascota!- despierta sospechas.
Matyszczyk va a los detalles: el narrador describe alegremente el producto como hamburguesa zurullo.
Además, en una parte del vídeo, Ikeda llega a la nevera, en cuya puerta está estampada la frase S – T Burger, hamburguesa de mierda en inglés.
Matyszczyk incluso buscó en Google el Laboratorio Okayama y el resultado fue una compañía que fabrica aparatos médicos.
En cuanto a Mitsuyuki Ikeda, sólo encontró a un empleado de la Unesco especializado en desarrollo sostenible.
¿Y a qué viene el siniestro dedo falso para apuntar? ¿Higiene? Si no se puede tocar, ¿seguro que se puede comer? No nos preguntemos ya qué sucede con los otros componentes de la materia prima, excrementos de rata y químicos varios entre ellos.
¿Será que ha sido descubierta la forma de transformarlos en carbohidratos?Vía