Si el multitudinario grupo Los Inhumanos cantaban a voz en grito aquello de Qué difícil es hacer al amor en un Simca 1000 el reto que se han propuesto los cineastas Curt Ellis e Ian Cheney no es menor.
Hace unos meses se plantearon montar una huerta en la parte trasera de una ranchera y en eso andan enfrascados.
Así que con este peculiar fin se han visto obligados a convertirse en una combinación de McGyver y discípulos del programa Bricomanía (Decorgarden sería más correcto) para transformar un Dodge del 86 en una próspera plantación.
Como escenario para su experiencia eligieron Brooklyn, un distrito de Nueva York donde el espacio para tener un pequeño jardín es muy limitado.
Y, claro, como directores de cine que son, filmaron todo el proceso.
Incluso usaron una cámara instalada en el techo que funcionaba con energía solar y que grabó el crecimiento de las plantas paso a paso.
El estreno del documental resultante será el próximo invierno, mientras puedes ir abriendo boca con prometedores avances.
¿Cómo? ¿Qué te atreves a hincar el diente a las lechugas, brócoli y resto de vegetales que crecen en su huerto experimental? Pues es posible.
Posible pero no gratis, claro.
Por 20 dólares USA tendrás un DVD con el documental que están rodando, una invitación al pic-nic de fin de rodaje y una cantidad proporcional de la producción de vegetales.
Intuyo que la oferta sólo interesará a los neoyorquinos.
Ellis y Cheney forman la productora Wicked Delicate y han trabajado juntos en cuatro películas documentales, siempre con la eficiencia energética y la conservación de la naturaleza como argumento central.
La que más notoriedad logró fue King Corn -rodada en 2007- en la que mostraban el devastador impacto que producen las plantaciones de maíz del estado de Iowa (Estados Unidos) en el medio ambiente y la salud.
Algunos pasajes de Truck Farm (así se titulará el documental), poseen un fuerte contenido poético y cuentan con la presencia protagónica de canciones compuestas expresamente para la ocasión por el grupo The Fishermen Three.
Me pregunto si pronto los habitantes de las grandes ciudades norteamericanas se toparán con rancheras, furgonetas y similares aparcadas en sus calles y convertidas en huertos o jardines móviles.
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