Los representantes de algunos países miembros del G77, incluyendo China e India, abandonaron ayer las sesiones de reuniones preparatorias para la COP15 que se está realizando en Tailandia.
La razón: temen que los países desarrollados quieran eliminar el Protocolo de Kioto, algo a lo que los países en desarrollo parecen oponerse radicalmente.
El punto clave es que el Protocolo de Kioto convierte los principios de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” que constan en la convención de Naciones Unidas, en objetivos cuantificados de reducción de emisiones para los países industrializados.
Los negociadores están decidiendo si se debe ampliar Kioto en un segundo período de compromiso a partir de 2013, modificarlo o crear un pacto nuevo, opción a la que muchas naciones en desarrollo se resisten.
Estados Unidos siempre ha insistido a favor de un nuevo instrumento en el marco del Protocolo, o una revisión del mismo que no le ate a cumplir con un objetivo de reducción de emisiones.
También quiere que India, China, Brasil y Sudáfrica sean tratados con respecto al tratado como países industrializados.
Por su parte la Unión Europea, que hasta ahora estaba a favor de objetivos cuantificados pero también deseaba que Estados Unidos ratificara Kioto, al darse cuenta de que éste no está dispuesto a ceder, su posición, ha cambiado la suya.
Un representante de India ha definido la acción como la búsqueda de mayor ventaja económica a cambio de una base moral más baja.
Los negociadores en Bangkok están tratando de encontrar una fórmula que satisfaga tanto a Estados Unidos como a las naciones en desarrollo, en un marco que obligue a todas las naciones a reducir sus emisiones para evitar que se agudice el cambio climático.
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