Traigo buenas noticias para quien todavía crea que Tarzán existe, porque realmente existe.
Se llama Kidy Antle, tiene 21 años y vive con numerosos animales salvajes en su propiedad de Myrtle Beach, en Carolina del Sur, Estados Unidos.
Tiene el pelo largo, utiliza taparrabos, es realmente atractivo y su día a día transcurre nadando con los tigres, jugando con los chimpancés y subiéndose a los árboles, sin grititos de Oooo Oooo Oooo ni lianas de por medio, lo que le resta parte de su encanto.
Además, a diferencia del celebérrimo personaje, este Tarzán no es el hijo huérfano de una pareja de aristócratas ingleses perdidos en África.
Todo lo contrario, la influencia de su padre ha sido fundamental en su vida, y explica su peculiar estilo de vida, ya que nació en una reserva creada por su progenitor para ayudar a los animales en peligro de extinción.
“Yo he nacido aquí.
Pasé mi infancia entre tigres, leones, elefantes, lobos, leopardos y osos.
Ellos me aceptan como uno de los suyos”, explica este Tarzán de los tiempos modernos.
Tal apelativo ha sido, de hecho, el que le han puesto quienes le conocen, y él lo acepta de buen grado: “Tengo una relación diferente con estos animales, pues me crié con ellos y, en este sentido, soy un poco Tarzán “.
Actualmente, ofrece paseos a turistas por alrededor de 150 euros, quienes muy probablemente acuden más atraídos por la presencia del joven que de las fieras.
Y, quién sabe, quizás entre estos visitantes un día encuentre a su Jane.
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