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China: la megaplanta desalinizadora del Mar de Bohai es la apuesta para el suministro de agua

La planta de desalinización de Beijiang se alza en la costa occidental del Mar de Bohai, un golfo ubicado en la zona más septentrional del mar Amarillo, en la costa nororiental de China.
Las provincias de Shandong, Liaoning y Hebei y la municipalidad de Tianjin yacen en su costa.

Frente a esta última, el gobierno chino levantará su proyecto de ecociudad.
¿El agua que consuma vendrá del mar?Los ingenieros de la empresa operadora de la planta han dicho a The Guardian que la instalación es la mayor y más avanzada de su tipo en Asia.

Combina una planta de energía china ultra supercrítica con un equipo de desalinización de vanguardia que ha sido desarrollado por israelíes para generar 400 MW de electricidad con carbón y suministrar 200.
000 metros cúbicos de agua potable libre de sal del mar.
La planta recoge la sal que resulta del proceso de desalinización, que luego es vendida.
Así, se evita uno de los problemas medioambientales relacionados con el proceso de desalinización -la sal que es arrojada al mar– y se saca un dinero extra.

Un dinero muy necesario, pues la planta actualmente no produce ganancias y no trabaja a más de un cuarto de su capacidad.
Y nos volvemos a preguntar: ¿puede China confiar su suministro de agua al mar?De hecho, el costo operativo de la planta es el principal escollo para que se convierta en un negocio rentable, pues el agua que se obtiene de los ríos, lagos y acuíferos es más barata que el agua que suministra el proceso de desalinización.
Pero la realidad que todos los habitantes del gigante asiático tendrán que aceptar tarde o temprano es que estos recursos acuíferos son cada vez más pobres.
China tendrá que invertir su joven fortuna -ganada gracias a un crecimiento acelerado, al uso intensivo de sus recursos naturales y humanos- en proyectos que garanticen su supervivencia.
Tianjin tiene una escasez crónica agua.
La sequía, la sobreexplotación y la contaminación han dejado a su población de 10 millones de habitantes con sólo un décimo del agua a la que tiene acceso el ciudadano mundial promedio.
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