Peligro inminente.
El volcán Hekla amenaza con volver a las andadas.
Una de las bocas de fuego más temibles y activas de Islandia podría entrar en erupción en cualquier momento, advierten los expertos.
El principal miedo es que que las cenizas volcáncias perturben el cielo europeo, provocando un nuevo caos aéreo en Europa, como ya lo hiciera el Eyjafjallajökull o el Grímsvötn.
Mejor ni imaginar lo que sería que unas nubes de cenizas impidieran las idas y venidas de los aviones en plenas vacaciones de verano… Pero no adelantemos acontecimientos.
El volcán todavía duerme y, aunque está listo para entrar en erupción, su despertar podría no producirse de inmediato, advierten los geólogos.
Un par de ejemplos: su última erupción comenzó sólo hora y media después de los primeros temblores, y fue el 26 de febrero de 2o10.
Más precipitado fue en 1970, apenas 25 minutos después.
La predicción científica que anunció que podía entrar en erupción en cualquier momento se basa en los movimientos del magma bajo el cráter de este impresionante volcán, que tiene 1.
491 metros de altura y está situado en el sur de la isla, a 110 kilómetros al este de la capital islandesa, Reikiavik.
No sólo los vulcanólogos conocen la fiereza de este volcán.
Los islandeses lo han sufrido a lo largo de su historia, incluso lo han introducido en sus leyendas.
Sus habitantes lo conocían antaño como La puerta del infierno y durante los últimos mil años ha entrado en erupción una veintena de veces.
¿Hay riesgo de que detenga el tráfico áereo? Todavía es pronto para saberlo.
Según el geólogo Ari Trausti Gudmundsson, se trata de una cuestión “impredecible, pues depende del tamaño de la erupción”.
Si sigue en la tónica de sus últimas cuatro erupciones, no habrá de qué preocuparse, adelanta.
De momento, las autoridades islandesas no han tomado medidas preventivas.
De momento, sólo esperan.
Vía
Las lluvias torrenciales y sus efectos en la población y la infraestructura española
Análisis de la gestión de emergencias tras la devastadora dana en Valencia